Origen


El pueblo azteca tuvo que pasar por una peregrinación de un poco más de 200 años, hasta su asentamiento definitivo y estar sometido al dominio de otras potencias de la región, luego se establece el poderoso imperio.
Los aztecas fueron en realidad un grupo chichimeca que se asentó después de una larga peregrinación en el valle de México.  Según cuenta la tradición fue en el año 1111 cuando se inició la migración desde la isla llamada Aztlán o lugar de las garzas blancas,  allí vivían bajo el dominio de los aztecas propiamente dichos; el nombre de la isla dio origen al gentilicio en náhuatl, aztecatl es el singular y aztecah el plural,  hartos de estar sujetos al pago de tributos, decidieron partir bajo la guía de su dios tutelar Huitzilopochtli o colibrí del sur, estaban subdivididos en cuatro grupos, cada uno de los cuales tenía un jefe que portaba los envoltorios sagrados.  Las primeras etapas de la migración son de carácter mítico, ya que se recorrieron lugares sagrados como el caso de Coatepec, donde se celebró la primera ceremonia del fuego nuevo, que se realizaba después de un ciclo de 52 años.  

En una etapa posterior a la migración, en un lugar donde hallaron un árbol partido en dos, el dios titular colibrí del sur ordenó a sus protegidos que se separaran de los otros grupos y que en adelante se llamaran mexicas haciendo alusión a Mexi (otro nombre del dios).

En la parte final de la migración que duró unos 200 años, después de pasar por Tula, ingresaron al valle de México y se establecieron en Chapultepec donde permanecieron por 20 años, allí eligieron a un jefe único Hutzilíutl (pluma de colibrí, tal vez para defenderse mejor de los ataques de los grupos vecinos), esta área estaba dominada por los colhuas, considerados descendientes directos de los toltecas, en dos ocasiones los mexicas fueron atacados y vencidos por éstos, después de esta derrota fueron obligados a establecerse en Tiizapán, aún sometidos por los colhuas y fueron obligados a pelear contra Xochimilco, vencido Xochimilco los mexicas adquirieron gran fama y aumentaron sus riquezas.  Los mexicas solicitaron una al rey de Colhuacán una princesa para esposa de su dios, pero los mexicas la sacrificaron y desollaron, cuando Achitómetl, invitado a la celebración del matrimonio vio a un sacerdode vestido con la piel de su hija, se desencadenó una guerra que obligó una vez más a los mexicas a continuar su peregrinación por el valle.

Tras abandonar la órbita política de Colhuacán, los mexicas continuaron su camino errante; finalmente se establecieron en las islas pantanosas del lago de Texcoco, fue allí donde vieron un Águila posada sobre un nopal, señar que les había anunciado Huitzilopochtli, en ese lugar fundaron en 1325 México – Tenochtitlán y que habría de convertirse en la poderosa capital imperial. 


Aunque ya tenían una capital hubo un grupo que en solo trece años se escindió y formó México – Tlatelolco, una ciudad gemela de México – Tenochititlán y que estaban separadas solo por un brazo del lago, el escenario político presentaba la dominación de otras potencias como los tepanecas de Atzcapotzalco, a quines pertenecían las islas donde los mexicas se habían establecido.  Se establecen entonces relaciones dinásticas con estas potencias a través de los matrimonios como por ejemplo Acamapichtli (haz de cañas) que en 1325 es elevado como rey mexica este era hijo de un hombre mexica y una mujer colhua y por lo tanto podía adquirir el grado de gran tlatoani o el caso de Huitzilíutl  (pluma de colibrí) hijo de Acamapichtli y segundo tlatoani mexica (1396-1416) que contrajo matrimonio con una sobrina de Tezozomoc (soberano de los tepanecas).

La Triple Alianza

Como se vio anteriormente los aztecas tenían una fuerte tradición guerrera y una tendencia al expansionismo basado en la guerra, pronto constituyeron un imperio gracias a las conquistas que realizaban a sus éxitos bélicos, en realidad el imperio era una confederación de tres ciudades:  Tenochtitlán, Texcoco y Tlacopán.  El frágil equilibrio político construido por el tepaneca Tezozomoc se quebró en 1427.  La muerte del rey desencadenó un conflicto dinástico entre sus hijos conflicto que también acarreo la muerte de los reyes de Tenochtitlán y Tlatelolco, el trono de Tenochtitlán fue ocupado por Itzcóatl  (serpiente de obsidiana) y ayudado por Nezahualcóyotl, legítimo rey de Texcoco y ciudades como Tlaxcala y Huetzotzinco  que veían una gran oportunidad de librarse del yugo tepaneca, así también Tlacopán (una ciudad tepaneca neutral) decidió aliarse, esta alizana, tras una larga guerra, permitió vencer a Maxtla que se había apoderado del trono de Azcapotzalco.

Después de someter a Azcapotzalco, los señoríos más poderosos del valle de México fueron Tenochtitlán y Texcoco, unidos políticamente  los jefes de ambas ciudades iniciaron una serie de conquistas en sus alrededores, aunque cada uno conservaba cierto nivel de autonomía.  Tras la muerte de Itzcóatl ascendió al trono Moctezuma I quien hizo grandes reformas políticas, sociales y religiosas, para entonces ya se había generalizado el concepto de guerras floridas, que tenían el objetivo de conseguir prisioneros para la guerra.  El imperio azteca alcanzó su máxima expansión bajo el reinado de Ahuízotl, quien ascendió al trono en 1486.  Con la guerra se sometió a los huastecas y zapotecas, la expansión al sur se Mesoamérica se coronó con la sumisión de Tehuantepec en Chiapas en 1498, también cayó el pueblo de Ayutla, en el actual territorio de Guatemala, para entonces los pochtecas ya habían incursionado en tierras centroamericanas, con el objetivo dar aviso al imperio y someter aún territorios más lejanos, esto se vio truncado con la llegada de los españoles. 

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