Economía




La tierra
La tierra que era trabajada en los calpullis se dividía en tres partes:  1) la que era para el mantenimiento de los miembros de los calpullis, que era distribuida por los jefes de familia de cada calpulli.  2) la que se destinaba a cubrir los gastos públicos y 3) La que se dedicaba a los gastos comunales.
Además de las tierras comunales de los calpullis hubo otras formas de tenencia de la tierra  así:  1) Las tierras asignadas al emperador, las cuales servían para mantener a su personal y gratificar a los nobles o guerreros. 2) Las tierras de los templos, o teopantlalli, que servían para el sostenimiento de la clase sacerdotal. 3) Las tierras destinadas a los gastos de la guerra o Milchimalli y 4) Las tierras del palacio o Tecpantlalli.  Estas eran trabajadas por quienes no pagaban otro tributo sino el de cultivar tales tierras.

La agricultura
La agricultura estaba basada en la producción de cereales, en donde sobresalía el maíz, que fue la base de la alimentación.  La agricultura también proporcionaba una gran variedad de frutas y hortalizas como el tomate, ají, calabazas y tunas.  Dada la escasez de terrenos para la agricultura, los aztecas idearon el sistema de chinampas, que eran estructuras rectangulares rellenadas con ramas de árbol, carrizo y lodo que se lograba sujetar al fondo del lago por medio de los sauces que plantaban en sus bordes.  La ventaja de las chinampas es que no requerían riego, a la vez que eran abonadas por el limo de los canales, lo que hacía que la tierra fuera bastante fértil.  También construyeron grandes obras de riego en tierra firme, así como grandes represas.

Industria:
Los aztecas tenían en gran estima el jade o las piedras parecidas a él, la plata y la obsidiana que se extraía para elaborar armas y utensilios como cuchillos.  Otra industria importante fue la de los textiles de algodón y los artículos de fibra de maguey.

Los medios de cambio:
El trueque era el único medio de cambio, y el valor se establecía por la deseabilidad y la rareza, no existía la moneda como medio de cambio de valor fijo.  Sin embargo se utilizaron los granos de cacao para compensar la desigualdad en el cambio ya que era universalmente deseado y fácil de transportar, otras veces también se empleaban como medio de cambio cañones de ave rellenos de polvo de oro, así como navajas en forma de media luna hechas de hojas finas de cobre.

El Comercio  
En la ciudad de Tlatelolco se organizaba el principal mercado de la antigua Mesoamérica, los españoles se sorprendieron al ver un área comercial tan concurrida y grande.  Las mercancías estaban distribuidas por zonas que se reservaban a los vendedores de animales, de alimentos, de hierbas medicinales, de colorantes para tintóreos y pintores, de cerámica, de tejidos, de esclavos y de ropas y joyas para la aristocracia.

La plaza del mercado se hallaba bajo la autoridad de tres jueces que dirimían las disputas relativas al precio o la calidad de los productos.  En caso de necesidad, dichos jueces podían contar con la ayuda de algunos comerciantes-guerreros, que paseaban por el mercado elegantemente vestidos y a los que se reconocía por su característico abanico y por las armas que llevaban, pues los demás ciudadanos tenían prohibido entrar en el mercado.

Estos comerciantes guerreros pertenecían al grupo de los pochteca, los grandes mercaderes que constituían una de las clases privilegiadas de la sociedad azteca.  Al estar encargados de la gestión del comercio a larga distancia, no solo proveían al tlatoani y a la alta aristocracia de bienes exóticos y preciosos, sino que también actuaban con frecuencia como embajadores espías que informaban al soberano de la situación política en las tierras alejadas de la capital y en muchos casos su trabajo era tan apreciado como el de los guerreros dedicados a las campañas de conquista.  Los pochteca tenían también su propio dios protector, Yacatecuhtli (el que va antes), al que se le reconoce tanto por el hato que acarrea, lleno de mercancías, como por el característico abanico, elemento distintivo de la indumentaria de los pochteca.  La riqueza que éstos podían acumular durante su vida está bien expresada en las descripciones que el franciscano Bernardino de Sahagún nos ha dejado de los banquetes que los mercaderes ofrecían al regreso de sus expediciones:  se trataba de banquetes suntuosos que duraban varios días, durante los cuales el organizador ofrecía ingentes cantidades de comida a numerosos convidados, y que concluían, como otros muchos, con la muerte y el consumo de un esclavo comprado a tal efecto.

La Tributación
El tributo recolectado al interior de Tenochtitlán y en los pueblos sometidos fue el soporte económico del imperio mexica.  Los pueblos conquistados eran tributarios del Estado.  Hacia el siglo XV había 38 provincias que dependían del imperio en las cuales se incluían unos 400 pueblos.  Al interior del imperio azteca se observaron las siguientes formas de organización tributaria:
·         Los pueblos sometidos que no tenían derecho a elegir un tecutli propio, que perdían el derecho a su territorio y a los que el estado nombraba un capixqui o cobrador de tributos.
·         Los pueblos que podían conservar un tecutli, pero que también se les asiganaba un capixqui.
·         Los pueblos autónomos quienes llevaban directamente el tributo y conservaban su propio tecutli.


La recolección del tributo se hacia mediante un sistema bien organizado:  los macuilte pampixque recolectaban el tributo de 100 familias, mientras que los cente pampixque, supeditados a los anteriores, lo recolectaban a 20 familias.  La unidad básica del sistema tributario fue el calpulli.

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